En nuestro anterior post, hablamos sobre la hiperplasia benigna de próstata (HBP), hoy queremos ampliar la información sobre el tema hablando de los tratamientos con medicamentos apropiadosen algunos casos.

Dependiendo de la mayor o menor severidad de los síntomas, esta patología requerirá un tipo de tratamiento u otro. En el caso en que los síntomas sean leves, se aconsejan una serie de cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a reducirlos, pero si éstos son más importantes existen diversos medicamentos que mejoran la amplitud de la uretra prostática o relajan la actividad de los músculos de la vejiga y facilitan la salida de la orina desde la vejiga al exterior.

Hábitos de vida aconsejables

  • Llevar una dieta sana. Algunos estudios recomiendan incluir selenio y vitamina E aunque sus beneficios no están claramente demostrados.
  • No consumir cafeína ni alcohol.
  • Controlar el peso.
  • Orinar en el momento en que note la necesidad.
  • No consumir grandes cantidades de líquido de una vez, repartirlo a lo largo del día.
  • Cuidar el consumo de otros medicamentos que puedan afectar  los síntomas de la HBP.
  • Mantener una actividad física diaria.
  • Controlar el estrés y la tensión.

Tratamiento con medicamentos

  • Medicamentos basados en extractos de plantas con acción descongestionante prostática y antiinflamatoria como Sabal serrulata o Saw Palmetto. Se conocen como fitoterapia. Su gran ventaja es que tienen pocos efectos secundarios y son muy bien tolerados.
  • Medicamentos que relajan las fibras musculares del cuello de la vejiga y la próstata, como los Alfa-bloqueantes: los más utilizados actualmente son tamsulosina, y silodosina. Actúan bloqueando los receptores alfa-1 en las fibras musculares del cuello vesical y el tejido prostático con su consiguiente relajación, consiguiendo un descenso de la resistencia al flujo urinario, de manera que facilitan el vaciado de la vejiga. No afectan negativamente a la contractilidad del músculo detrusor, que es el que al contraerse hace que la vejiga se vacíe.
  • Medicamentos que disminuyen los niveles de algunas hormonas producidas por la próstata, disminuyendo el tamaño de la glándula prostática. En este grupo se incluyen los inhibidores de la 5 alfa-reductasa (finasteride y dutasteride). Inducen una regresión del aumento del tamaño prostático y aumentan el flujo urinario máximo, mejorando así la sintomatología del paciente. El volumen prostático inicial es un factor predictivo en la respuesta al tratamiento, siendo tratamientos más eficaces en próstatas más grandes.
  • Medicamentos que relajan la contractibilidad del músculo detrusor de la vejiga. Este es el músculo que al contraerse hace que la vejiga se vacíe. En ocasiones se contrae más de lo normal y produce varios de los síntoma típicos de esta patología como el aumento de frecuencia miccional, la urgencia o incluso la incontinencia. Existen medicamentos como los antimuscarínicos o los agonistas Beta-3 que consiguen relajar este músculo aliviando así este tipo de síntomas.
  • Inhibidores de fosfodiesterasa tipo 5. Son medicamentos utilizados para el tratamiento de la disfunción eréctil. También reducen el tono muscular del detrusor, próstata y uretra y parecen aumentar el flujo de sangre y la oxigenación del tracto urinario inferior, mejorando los síntomas.

 

Si el paciente no mejora o no tolera la medicación puede estar indicada la cirugía. El urólogo valorará el tipo de cirugía más apropiada en cada caso, teniendo en cuenta diversos factores como el tamaño de la próstata, las características de cada paciente y los riesgos y efectos secundarios de cada tipo de intervención.