Cirugía de fimosis o circuncisión: cuándo recurrir a ella

La cirugía de fimosis o circuncisión tiene un objetivo: corregir la fimosis y eliminar las complicaciones relacionadas a esta condición que afecta considerablemente la salud y calidad de vida del paciente.

Si tienes problemas para retraer el prepucio del glande y no estás seguro de cuán necesaria es la cirugía o sientes miedo del dolor que podría causarte, debes continuar leyendo este artículo. 

Qué es la cirugía de fimosis

La cirugía de fimosis, conocida también como circuncisión, es un procedimiento quirúrgico en el cual se retira total o parcialmente el prepucio (la piel que cubre el glande) con el fin de corregir la fimosis.

La fimosis se refiere a la estrechez del prepucio que impide o dificulta su retracción sobre el glande, causando diversos problemas de salud como infecciones urinarias, dificultades para la higiene entre otras.

Esta cirugía es realizada con el objetivo de corregir esta condición, permitiendo una retracción adecuada del prepucio.

Cuándo se realiza esta cirugía

Este tipo de cirugía se realiza principalmente cuando la fimosis causa problemas de salud o afecta la calidad de vida de la persona. 

Las siguientes situaciones son un ejemplo de ello: 

1. Dificultad para retraer el prepucio

La fimosis implica una dificultad significativa para retraer el prepucio sobre el glande. Esto no solo puede resultar en molestias físicas sino también en complicaciones para mantener una higiene adecuada.

En casos como estos la cirugía de fimosis se convierte en una opción que resuelve el problema.

2. Infecciones recurrentes

La fimosis crea un entorno propicio para la proliferación bacteriana debido a la dificultad para limpiar adecuadamente la zona debajo del prepucio.

Esta acumulación de bacterias aumenta significativamente el riesgo de infecciones recurrentes del tracto urinario y del área genital, lo que causa dolor, inflamación y otros síntomas. 

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3. Dolor durante la erección

La fimosis puede causar dolor crónico, especialmente durante la erección, cuando el prepucio no se puede retraer adecuadamente.

Esta incomodidad constante puede afectar la vida sexual y emocional del hombre, generando ansiedad y preocupación.

La cirugía de fimosis ofrece una solución para aliviar este dolor y mejorar la comodidad durante las actividades diarias y las relaciones íntimas. 

4. Balanitis de repetición

La balanitis (inflamación del glande y el prepucio) es una complicación común de la fimosis. 

La cirugía de fimosis actúa como una medida preventiva, reduciendo la incidencia de balanitis al corregir la estrechez del prepucio.

5. Problemas de salud adicionales

La acumulación de bacterias y la inflamación crónica, producto de la fimosis, pueden desencadenar complicaciones como infecciones del tracto urinario superior y problemas renales.

La corrección temprana de la fimosis puede ser crucial para mantener la salud urológica general.

En qué consiste la cirugía de fimosis

La cirugía de fimosis es un procedimiento ambulatorio, generalmente rápido, que implica la eliminación del prepucio. 

Durante el procedimiento se pueden emplear diferentes técnicas quirúrgicas. La elección entre una circuncisión parcial o total depende de la evaluación médica y de los objetivos del paciente.

Los pasos típicos de este procedimiento incluyen:

1. Evaluación médica: para determinar el tipo de fimosis y la mejor estrategia quirúrgica.
2. Anestesia: comúnmente se emplea anestesia local o general, según las necesidades del paciente y la preferencia del cirujano.
3. Cirugía: se realiza la incisión y eliminación del prepucio según la técnica seleccionada. La cirugía suele ser rápida y precisa.

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Cuidado postoperatorio de la cirugía de fimosis 

Las instrucciones detalladas proporcionadas por el cirujano urológico generalmente incluyen el uso de ungüentos antibióticos para prevenir infecciones y promover la cicatrización adecuada.

También, los pacientes reciben información sobre la aplicación de apósitos, que ayudan a proteger la zona quirúrgica y mantenerla libre de contaminantes externos.

Este cuidado meticuloso contribuye significativamente al éxito de la cirugía y a la prevención de posibles complicaciones. Además, se deben seguir las siguientes pautas: 

• Controlar el dolor y molestias, completamente normales después de la cirugía, con los analgésicos recetados por el médico.
• Descansar y limitar la actividad física para prevenir la tensión en la región operada, lograr la cicatrización adecuada de la zona y reducir el riesgo de complicaciones.

• Seguir las pautas de la limpieza de la herida quirúrgica que pueden incluir el uso de jabones suaves y la evitación de productos irritantes.
• Abstenerse de actividad sexual durante el período de recuperación recomendado.
• Asistir a las visitas de seguimiento con el médico para evaluar la cicatrización y abordar cualquier preocupación.

Si tienes dificultad para retraer el prepucio sobre el glande te recomendamos visitar un especialista, evitar las complicaciones asociadas a esta condición será importante para tu calidad de vida. 

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